Críticas

SUEÑOS PARA UN REALISMO

Si entendemos la filosofía no sólo como conocimiento sino como sabiduría, nos lleva a considerar que lo que uno hace tiene que ver con aquello que sabe. Este es el caso de Noa Persán, que a través de las líneas de visión – llámase dibujo – realiza en cada obra una unidad creativa ideal para establecer un encuentro idílico con el espectador.

En la mente de Noa se introducen, a través de sus sueños y sabiduría, radiaciones muy penetrantes que adquieren una alianza entre la razón y la emoción provocando un realismo mágico.
Noa Persán vive imaginando no sólo para pintar el orden formal sino una armonía de las partes con el todo. Sus obras, en la composición o la distinción de partes, gozan de una belleza dulce y exquisita al diversificar las formas serpentinas –”líneas de gracia”- , la luz y el color, es decir, las partes que componen sus obras son sustentantes de un universo de creación como son los pasajes de la música o los párrafos en la escritura.
El juego mágico y fascinante de la obra de Noa dejan huella sobre la vida de los que la contemplan.

Benjamín Santín Carballada Catedrático de Dibujo. Artífice creador

ASIMETRÍA ARMONICA

Sutiles metáforas visuales conviven en los lienzos de Noa Persán; metáforas que la aproximan a un neo-surrealismo sui generis. Desde un autodidactismo ubérrimo en técnica e iconografía, Noa hace denotar que el sustrato primigenio de su obra cabe hallarlo en la pintura japonesa. Su fantasía lírica, sus enclaves oníricos, indeterminados, el cromatismo frío y equilibradamente dispuesto, los fondos neutros atemporales y austeros, hacen remitirse en un principio al kakemono, género nipón para ser dispuesto verticalmente. En él, paisajes contemplativos, flores, aves y figuras humanas se conjugaban como se conjugan en los óleos de la artista lucense.
Comparte sin embargo analogías más directas y reconocibles con la estampa japonesa. El ukiyo-e transportado al óleo. “Pinturas del mundo flotante”, transliterando de la lengua nipona, es el concepto que subyace en Ainhoa y que traduce en fondo y forma. Lo vacío es aquí fuente origen del sentido, de totalidad y de belleza vaporosa, casi mística. Sakuras, o el florecimiento de los cerezos, vegetaciones estáticas, figuras ictioformes fusionándose con desnudos femeninos, poéticas lunares y animales se deslizan con simplicidad de sus formas, las cuales siguen los dictados de un sólido dibujo y no del color, conformando un decorativismo de sincera elegancia.
Deteniendo la mirada, aflora un sesgo zen, materializado en la importancia del vacío, de la soledad, o sabi, alrededor del objeto representado, de la gravedad y pesadez del espacio que lo rodea, lo que no excluye una gran riqueza evocadora. De ahí el interés por el gesto detenido, coincidiendo con la idea de instantánea, así como el empleo acertado y original de los encuadres y la distribución del espacio.
Es este lenguaje pictórico el que hace aflorar la tradición del japonesque, desde el impresionismo francés hasta el modernismo y cubismo, esta imperecedera influencia que Katsushiko Hokusai y las pinturas populares otsu-e han inyectado en el arte occidental y que Noa articula con su personal sintaxis y solidez plástica.

Manuel Márquez Crespo Galerista e historiador del Arte

EL ARTE DE LA FABULACIÓN

Visualizar desde una imagen artística contemporánea las fábulas de Jean de la Fontaine es un reto del que sale sobradamente airosa Noa Persán con esta serie de óleos inspirados en esa obra maestra de la literatura francesa que, a su vez, bebe de las fuentes clásicas desde Esopo hasta Horacio y de la tradición de los cuentos orientales.

Pero además la fabulación es también un recurso creativo que la artista utiliza con frecuencia. En su anterior producción pictórica refleja un intenso mundo de influencia onírica con paisajes y motivos de estilo nipón, tamizados por la fantasía, con una gama cromática atrevida, desbordante e imaginativa que evoca en la imagen y en la forma rasgos surrealistas, entendiendo, como Breton, la importancia de trasladar libremente los elementos del sueño al mundo del arte.

A su obra se podría aplicar la máxima del pintor Felipe Criado cuando teoriza sobre el paso del subconsciente cognitivo a la expresividad plástica a través de la memoria, pero también puede apreciarse una tendencia al discurso narrativo, a la metáfora o a la polisemia, que remiten al espectador a interpretaciones varias, siempre imaginativas, porque sus motivos icónicos nos acercan al mundo de los sueños con algunos elementos recurrentes que nos dan las claves de esas realidades ficticias o soñadas donde la fantasía se materializa a través de sus pinturas.

La expresión plástica de las fábulas escogidas dan lugar a un lenguaje artístico que complementa imagen y palabra uniendo dos disciplinas (literatura y arte) que se llevan dando la mano siglos con unos resultados soberbios no sólo en lo relativo a la ilustración.

Del prometedor futuro de Noa Persán y del éxito de esta muestra no dudamos en absoluto, por lo que sólo quedaría el epílogo de invitar a los espectadores a su visita y contemplación.

Aurelia Balseiro García Museóloga y directora del Museo Provincial de Lugo

EL SEPULTURERO DE LAS PALABRAS

No puedo ni debo ser mezquino ni derrocharme en piropos zalameros con Noa Persán… esa señora que jibariza sin piedad sus apellidos constriñéndolos después de un nombre que se pronuncia boqueando como hacen las carpas cuando las sacan del agua. En este trance debo ser honesto, lúcido y audaz para juzgar críticamente sin sacar ni la vara o el jabón… ¡Que hablen sus sueños!!! Noa que no es de Persia, ni Japonesa de samurai alguno, ha mezclado con rara fortuna flecos atormentados de su biografía con espasmos hieráticos de damas de suntuaria y oriental belleza. Ella busca la utopía entre flacas y pasmadas garzas y ranas-sapo acechantes que quedan fijadas en una pose nocturna bajo una luna panzuda y ponzoñosa. El fantasma de la libertad entre mujeres agigantadas que trafican con sus sueños de peces abisales y voladores, enrramadas en perifollos vegetales que coronan sus cabezas entre escépticas e insolentes. Noa pintando escribe, y cuando le crece ese ceño fruncido, aprieta los dientes y la niña de carcajada inocente, se torna en una mujer cerril. Es artista sin saberlo y a la contra nadie más alejado que ella de las trapisondas de los viedo-artistas o de los pasmados pasmones haciendo piruetas filosóficas sin piedra filosofal. Se disfraza la dama de geisha-punk, o de tártara sin mongoles con pantuflas de oso de circo. Sin quererlo ella se desenfoca y se queda fuera del cuadro. Prudente y audaz a la vez se ha topado de bruces con el papelón del francotirador, pero a esta hembra le falta su guerra…. ¡Qué mundo! demasiados palurdos en esta feria paseando los muñecos de Barriga-Verde como si ellos inventasen la pólvora antes que los chinos. Ella sabe quien es pero aún no sabe lo que será, aún le falta apurar el sabor de la hiel entre los labios y aceptar las secuelas de ser artista entre el desdén y una implacable disciplina…Señora, artistas los hay listos, y del montón, tontos de capirote, y más zorros que un zorrón…Señora, la fontanería y la ebanistería dan menos disgustos y dolores de cabeza que nuestro bien amado oficio. Mire usted hasta las vacas se dejan ordeñar mejor que los marchantes y los galeristas… Pero es cualidad de nuestro «ministerio» aparentar ser obstinados, ciegos y contumaces, por que sabemos que el camino es largo y que nunca llegaremos por atajos a Santiago de Compostela.

Paco Pestana Escultor

LA EXQUISITEZ

La exquisitez es invariablemente compañera de la soledad. Noa es exquisita, luego está en sí misma, y sobre ella versa su pintura. Serenidad, selección, dulzura, equilibrio, harmonía y en resumen belleza y atractivo. Sus producciones orientan y orientalizan limando los agrestes trasusntos. Sus motivos portan un mensaje educativo, intencionadamente intimista, siempre de puertas adentro. Ahí están el detalle, el símbolo, el filamento, el canon perfecto, la proporción, el apunte de color, la luminosidad, las claves y los enigmas. Silencio, escuchad su obra desde la profundidad de vuestras pupilas…

Jose María Núñez Pérez Delegado de la A.E.A.T. de Lugo y Presidente de la Asociación Santo Grial

LABERINTO DE PASIONES

Ainhoa sueña con pintar y pinta. Hace pocos días compartía estancia en su estudio, para contemplar el último trabajo que presentará en su próxima exposición. Atrás quedaban sus “míticos” paisajes retomados por la memoria desde su más extrema juventud. Paisajes realizados bajo el simbolismo de una iconografía que aún hoy siembran dudas y preguntas y que seguro que la autora pugna por hacer llegar al espectador.
Estampas de O Caurel, referencia de habitabilidad para la pintora, son temas que estuvieron muy presentes en su obra, donde el color se hace dueño de su geografía y el dibujo reafirma su idiosincrasia.
Luego de referenciar esta anterior etapa, en que la figuración se hacía protagonista en el simbolismo del paisaje, la paleta y los aperos de la artista nos colocan en una nueva empresa en su comienzo de explotación.
El color ya no juega un rol tan descriptivo, sin embargo, en estas nuevas obras aparece lo que realmente está como cualidad indiscutible en la pintura de Noa, el dibujo. La figura y el retrato, referencian bajo el “ismo” surrealista, todas aquellas conjeturas que residen en su interior y quiere sacar a la luz, para hacer partícipe al espectador de esas rémoras que siguen interfiriendo su espacio.
La tonalidad de su obra se vuelve monocromática y suave; azules, verdes, tierras, ocres… toda una sinfonía de gamas que hacen que la obra, honestamente planteada, gane en plasticidad y belleza.
He recorrido visualmente todas las piezas y he llegado a la conclusión del planteamiento onírico que hay en cada una de ellas, planteamiento lícito para llegar a la verdad, para hacer de este viaje, a ese mundo imaginario, dogma de ética y dignidad, donde el surrealismo te lleva y te hace partícipe de sus sueños y de sus miserias.
Ainhoa, por fin, se atreve a entrar en el laberinto donde su pasión por pintar la conduce por el camino de la verdad, con las dificultades que este itinerario conlleva. Deseamos que encuentres la salida.

Xoán M. Guerreiro Vázquez Pintor

FABULONIRIAS DE NOA PERSÁN

Al igual que La Fontaine se inspiró en el Decamerón de Bocaccio para crear sus ingeniosas Fábulas, Noa Persán retoma como fuente al francés para crear una serie de tablas que tornan en evocadoras escenas moralizantes para el espectador, plenas de ilusiones visuales y trampantojos para el intelecto. Las imágenes, fuertemente articuladas a través del color, nos transportan hasta el mundo de lo onírico pero sin olvidar un fuerte poso ejemplarizante, en parte malicioso y a veces cómico. La observación y estudio del natural se hace patente en la representación de los animales cuyos cuerpos tenemos la sensación de poder acariciar. La autora nos los descubre en primer plano con un protagonismo indiscutible, recortados sobre fondos neutros, otorgándoles cierta monumentalidad, aquella propia de los retratos. Los ojos escrutadores de estos seres los antropomorfizan deteniendo la escena, como si de “naturalezas vivas” se tratase. Todo ello contrasta con una atmósfera artificiosamente construida por una iluminación irreal y teñida, generalmente, por una paleta fría de colores, cuyo soporte no es otro que el dibujo.

Pero los citados fondos neutros, sobre los que Noa siluetea sus escenas, no son planos sino más bien etéreos, de manera que permiten al ojo del espectador concentrarse en lo que, en última instancia, ella nos quiere transmitir: una vigorosa crítica hacia la clase política que subyuga y desfavorece a su capricho. Tampoco debemos olvidar que el análisis de las fábulas no está completo sin el título con el que las glosa. Cada epígrafe encabeza su personal visión del relato seleccionado, extrapolando su contenido a la realidad que nos rodea y que, con gran ingenio narrativo, pone el colofón a la propia agudeza pictórica de sus obras.

En esta serie temática de óleos Noa Persán no abandona una de las constantes de su joven pero sólida carrera: el gusto por lo oriental. La naturaleza se cimenta sobre la base de una carnosa vegetación, perfilada con precisión caligráfica, que conecta con el rigor de la línea propia del mundo de la ilustración. La luna es otro de sus lugares comunes, fuente generadora de energía, catalizadora de una religiosidad pagana, que rescata a través de un fino cordel a los desamparados, sujetos cautivos de la incongruencia de un sistema podrido.

No quisiera finalizar este análisis sin referirme a la minuciosidad con la que esta pintora aplica la técnica del óleo. Su factura es homogénea con amplias superficies del mismo color que subrayan su filiación con los procedimientos del diseño gráfico. Pero este recurso se ve interrumpido en ocasiones por áreas de finas veladuras que animan la superficie pictórica contrastándola acertadamente con otras puntuales zonas de pinceladas empastadas originando, de esta manera, sutiles relieves que constituyen el contrapunto de la sensación de planitud referida, al tiempo que contrarrestan, con una delicada abstracción el predominio de lo figurativo.

Gema Balado Pumariño Licenciada en Historia del Arte y responsable de Arte y más S. L.

SAKURA II

«Nous sommes heureux que Mme Noa PERSAN ait participé à l’exposition «Artistes du Pays Basque» en janvier-février 2008, au Musée Asiatica. Le jury lui a attribué le premier prix de peinture pour un portrait «Sakura II» qui reflète si bien la sérénité asiatique à travers la peinture occidentale.
Le jury du Musée Asiatica a senti en cette jeune artiste un talent exceptionnel pour donner une âme à ses oeuvres. Il est certain qu’avec encore plus de maturité, cette artiste deviendra célèbre.

Michel Postel Président de l’Association du Musée Asiatica

ODA A LA PRINCESA MANCHADA DE ARCO IRIS

Cabalga la musa por un hueco de mar lleno de sonrisa, por el camino que abre en las aguas el caballo de su delicia, por tantas cosas que traen los soles de la alegría. Castillos de arena para una princesa manchada con los colores del arco iris, larva que se vino al mundo entre las sedas de una tempestad en el último claro del cielo, muñeca que galopa tras los horizontes de papel y arena mojada. Besos caídos, derramados en las colinas de otros reinos de lujurias poco limpias, de joyas manchadas, de botines deshonestos tal vez. Caballos de tierra y mar, caballos de sueños y misterios, llevadla hacia la estrella donde crece solitaria la flor de los remedios, la que invade la inocencia y recorre la sangre, gota a gota, vena a vena, latido a latido, hasta hacer de ella un suspiro, un aroma fieramente humano.

Lomarti Artista multidisciplinar

Mi Secreto
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